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martes, 5 de mayo de 2015

K100: "HAZ DIETA CETOGÉNIKA Y ELIMINA LA GRASA VISCERAL."

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KONSEJO 100 del Dr Kabra:
《HAZ DIETA CETOGÉNIKA Y ELIMINA LA GRASA VISCERAL.》


Haceros todos el cálculo del índice de masa corporal (IMC).


Se pesa uno/a; y lo que te salga (con la menor cantidad de ropa posible), se divide por el cuadrado de lo que midas (sin ningún tacón puesto). Saldrá el IMC o Índice de Quetelet. Esto no sirve para vigoréxicos ni para culturistas que tienen una masa muscular muy alta y muy poca grasa corporal. En esos casos, el IMC no vale para nada.


Pero para las personas normales, que no toman Whey ni Caseinato cálcico, el IMC puede ser muy válido, por lo menos para tomar medidas.


*Si te sale entre 18 y 25, estás de escándalo, salvo que estés canijo y desnutrido. Si no es así, estás en tu peso ideal.

*Si te sale entre 25 y 30, ya eres preobeso y candidato a diabético de tipo II. No lo combatas sólo con ejercicio para luego seguir comiendo de la misma manera. Cambia la causa que te está haciendo que te pases siempre. Empieza a abandonar los carbohidratos y recupera los alimentos normales, sin desnatados ni tonterías light.
*Entre 30 y 35, Obeso de grado I, muy probablemente diabético de tipo II, y con un montón de problemas de movilidad, de fatiga crónica...
*Entre 35 y 40, Obeso de grado II. No hay nada que funcione bien en tu vida. Seguro...
*Entre 40 y 80, Obeso mórbido. Sin comentarios.


Desde el valor 25, salvo para los culturistas que he mencionado, todas las personas debieran desprenderse de toda la cantidad de grasa inútil que arrastran por la vida, y que no tiene más función (hipotética) que la de sobrevivir en un tiempo de hambruna total, cosa que será casi imposible si no se cubren todas las necesidades de aminoácidos esenciales (8 de los 20, 10 en los niños)* que hay que conseguir con la dieta mediante proteínas, de grasas o ácidos grasos esenciales (omega 0, 3, 6, 9)*, de vitaminas (14)* y de MicroMinerales (14).*




La Isodieta corrige a la Paleodieta. No es necesaria ni buena una alta ingesta de proteína, ni el mundo lo podría mantener, sobre todo la animal, que es la única completa y de buena calidad. La proteína debe comerse en su justa medida, aunque varía de unas personas a otras en función de la cantidad de músculo que posean. A mayor cantidad de masa muscular mayor cantidad de proteínas por kilo de peso. Y en los niños, esta proporción es aún mayor.


O sea, que en definitiva, "estar gordakos", no nos sirve para nada, y lo único que nos crea son problemas y enfermedades. Si hay una hambruna de ese tipo, hasta los obesos caerán también, más tarde, pero caerán todos.


Para quitarse toda esa grasa corporal que tenemos de más, hay que suprimir, prácticamente, casi todos los Hidratos de Carbono (HC) de la alimentación, salvo los que estén asociados a algunas verduras de contenido en HC e índice glucémico muy bajo (lechuga, pepino, col, apio, etc.), lo que permitirá, que la insulina no campee en el torrente sanguíneo buscando eliminar a la desesperada todo el azúcar que encuentre, y enviando las grasas, y todo el azúcar que ya no admitan las células por saturación en la ósmosis, convertida en grasa saturada blanca ("tocino") al primer sitio que se encuentre de tejido adiposo.


En esas condiciones, de 'no presencia de Insulina' y 'baja glucosa en sangre', el páncreas genera Glucagón, la hormona contraria a la Insulina, que trabaja, primero en el hígado haciendo uso del glucógeno hepático, y luego en la reservas de grasa del tejido adiposo, la manera de movilizarla para ponerla en el torrente sanguíneo con las HDL (lipoproteínas de Alta densidad), y el cuerpo y el hígado entran en "estado de cetosis", que es el estado "guay" para ir quemando esas grasas ("azúcar de más", empaquetado como ácidos grasos saturados) que llevamos guardando durante años, que es como están la mayoría de los ciudadanos escandinavos, que en esto nos llevan muchísima ventaja.



Si no entramos en cetosis, no perderemos ni un gramo de grasa, sino masa muscular, y podremos pasar incluso hambre continuamente, aún estando "gordakos". Si optamos por reducir el aporte calórico, (dietas convencionales) tomando menos proteínas, menos grasas y menos carbohidratos, la situación de hambruna, lo que nos hace es catabolizar las células musculares, sin permitir esa falta de nutrientes esenciales y esos carbohidratos, que siguen entrando, y la insulina en sangre que generan, que se ponga en marcha la cetosis, por lo que cada vez estaremos más débiles.


Lo que hacemos al perder músculo es reducir cada vez más el metabolismo basal, por lo que si lo bajamos a 600-700 calorías y nos estamos introduciendo 1000 calorías diarias, acabaremos engordando. Todo lo contrario a lo que buscábamos, y además, hemos destrozado todo nuestro tono muscular.


Por eso, las dietas hipocalóricas no sirven, y lo que hacen es crear el "efecto yo-yo" (cada vez nos cuesta más perder peso o ya no somos capaces de perderlo, y en cuanto cedemos un poco, o bajamos el metabolismo basal, lo recuperamos cada vez a mayor velocidad superando incluso la situación de partida),  y tras varias intentonas con dietas que no tienen ni pies ni cabeza, aburren y desolan al que las intenta, abandonándose luego a las garras de la obesidad, incrementándose en el "sufrido reboteador" todos los procesos degenerativos de una manera escalofriante.


El atracón de carbohidratos en cada sentada, desplaza a los nutrientes esenciales (los que necesitamos) a su mínima expresión, que son los que el cuerpo estaba reclamando. En lugar de eso, le damos carbohidratos, que no sirven para nutrirnos y son sólo calorías vacías, como el alcohol. No en vano, el nombre químico de los carbohidratos es el de Polialcoholes. La molécula de glucosa equivale a tres moléculas de etanol (alcohol de garrafa, que proporciona 7 Kcal/gr, más que los azúcares (4 Kcal/gr) y menos que las grasas (9 Kcal/gr))  juntas. Imagínate comer a base de ginebra o de cerveza... (Pues eso...) La insulina trata de quitarlos rápidamente de en medio después de cada comida. En un primer momento, intenta que las células se saturen de glucosa, y cuando ya no admiten más, (porque están en reposo) el hígado recicla con urgencia el resto. 


Pero al ser un combustible volátil, un poco menos que el alcohol puro, las células queman la glucosa muy rápido. Pronto, abren las membranas para que siga entrando, lo que hace que baje la glucosa en sangre de los 6 gr de máximo en ayuna a los 3 gr totales corporales, y vuelven a demandar "nutrientes". Se ronda la hipoglucemia, por lo que se genera la Grelina, que es la hormona del hambre, que es captada por el hipotálamo en el cerebro, y como somos adictos al azúcar, lo primero que se nos ocurre es buscar algo dulce, o al menos, que tenga carbohidratos (nuestra droga): un pastel, una bolsa de patatas, o de maíz frito, o de cacahuetes, una fruta, o comida basura para saciar el hambre... 


Acto seguido, nos ponemos "otro poquito" más gordakos... Y así, hasta el infinito... O hasta que nos preocupe un poco (si aún no es tarde) y estemos firmemente convencidos de que algo hay que cambiar en nuestra alimentación. Porque algo, "no funciona". Y lo malo, es que los conceptos los tenemos totalmente cambiados, y nos atiborramos de cosas light y desnatadas, que son auténticas trampas azucaradas, que nos complican aún más las cosas, y nos acaban engordando todavía más, llegando al desconcierto total, achacándole toda la culpa al pobre tiroides...


Durante la cetosis, se generan cuerpos cetónicos que hay que quemar completamente o que eliminar, si aún no tenemos montado todo el mecanismo catabólico, por lo que la orina, el sudor o el aliento, al principio pueden olernos a acetona (como muy afrutado o metálico), por los cetones generados. Para evitar este mal olor de los momentos iniciales, se recomienda beber mucha agua, pero no hay que darle más importancia si aún no somos diabéticos. Incluso es el símbolo de nuestra victoria: lo hemos conseguido claramente: ¡¡¡YA, hemos entrado en cetosis!!! Algo en nuestra vida está cambiando para bien. ¡¡¡Ya era hora!!!



Una vez que hemos reducido nuestra mochila de grasa a unos niveles aceptables, (esta dieta funciona desde el primer día, y no tenemos que privarnos de nada de lo que nos quitaban injustamente los endocrinos cavernícolas: las grasas, la mayonesa, la "pringá", el tocino blanco del jamón, la leche entera, los sesos, los mariscos, los yogures naturales, cualquier queso, los muslos y las alitas de pollo con su piel,... nada de nada de todo los que nos gustaba y que le da el sabor a la vida y a las comidas; y la salud a nuestro cuerpo y a nuestro sistema hormonal), podemos reintroducir (si queremos) los carbohidratos de más alto índice glucémico, como el arroz, las patatas, las legumbres, las frutas con más azúcar y almidones, etc.; pero siempre con moderación. Si no lo hacemos ya más nunca en nuestra vida, tampoco pasa nada. Hemos vivido millones de años sin ellos, y hemos conquistado todos los ecosistemas. Pensad en un esquimal, o en un masai o kalenjin (Etiopía-Kenia). Si no se mueren por no comer carbohidratos o son capaces de ser los diez primeros en cada maratón comiendo hasta 300 gr de proteínas diarias, ¡¡¡por algo será!!!...


A los cereales de las gramíneas (trigo, avena, cebada, centeno, espelta, kamut, triticale) mejor no volver nunca más. Porque su componente pegajoso, las gliadinas del gluten, son unas proteínas con puentes disulfuro que no sabemos digerir, y cuya acumulación en el cerebro (no hace falta que seamos celiacos para esto: es posible que nos pase a más del 65 % de la población) generan puntos de inflamación que van, día tras día, en aumento, hasta dejarnos sin cerebro. Si te mueres pronto, no pasa nada; pero si no lo haces, y cada vez nos hacemos más ancianos, eres candidato a sufrir todo tipo de trastornos, desde la depresión, el TDAH (trastorno de déficit de atención e hiperactividad), la demencia, las cefaleas y migrañas continuas, el Párkinson, el Alzheimer, etc.). 


Así que, si eres capaz de ir a un bar a desayunar y no pedirte una "tostada de pan", no vuelvas ya a pedirla nunca más, ni a meterla por tu boca... Ni un pastel, ni un macarrón, ni un churro, ni un fideo, ni una pizza, ni un bocata, ni una croqueta de harina refinada...,  ni nada que contenga gluten añadido como los nuggets, las frituras congeladas o las pseudocarnes separadas mecánicamente... Hasta tu boca dejará de tener caries y problemas, aunque no te laves los dientes...





Si nos metemos un pico de HC en sangre, de nuevo provocaremos que se inunde la sangre de insulina, y toda la grasa sea guardada sin quemar, y la mayor parte de ese azúcar que desborda las necesidades del cuerpo, y que es un veneno tóxico para la sangre (existe hiperglucemia si se sobrepasa de 1,4 gr/litro de sangre en ayunas: no podemos bajar de 3 gr totales de azúcar en toda la sangre de nuestro cuerpo, pero tampoco podemos subir de 10 gr después de una comida), y hay quien se come en una sentada hasta 500 gr de espaguetis o macarrones (imaginad el esfuerzo que tiene que hacer el pobre páncreas para segregar la insulina necesaria para retirar de la sangre toda esa glucosa tóxica que se ha metido ese borrico) (el síndrome metabólico por resistencia a la insulina ya está servido)), que, sobre todo, si estamos en reposo, será reconvertida de nuevo como grasa para engrosar el tejido adiposo.


Así que, a meter la cetosis en vuestra vida, chicos y chicas... Un espray bucal para el aliento, o un poco de hinojo o de menta en la boca, que es más natural, y beber mucha agua durante el inicio del proceso para que los cuerpos cetónicos no den mucho "cante" al orinar. Esto no siempre pasa, y si lo hace, es al principio. Luego, la liberación de cuerpos cetónicos, o cetones, se elimina limpiamente en su totalidad, y el cerebro funciona perfectamente con ellos para alimentarse; con beta-hidroxibutirato, que es su molécula preferida. Y no la glucosa.



La glucosa siempre estará en la sangre en sus niveles de fluctuación entre 0,7 gr/l y 1,4 gr/l, y es suficiente para alimentar a las neuronas muy pequeñas, que no tienen mitocondrias, y para los hematíes o glóbulos rojos. Si hiciera falta un poco más de glucosa para ellas, se obtendría de los aminoácidos y del glicerol de las grasas. Así que nunca hay que comer glucosa, -ni carbohidratos de ningún tipo-, para tener siempre los mismos niveles de glucosa en sangre y poder alimentar con glucosa a esos dos tipos de células.


Con respecto a lo de quemar grasas, debe haber quedado claro. Sólo quemas grasa si no tomas carbohidratos (y ha desaparecido la insulina de la sangre, cosa que tarda más de 3 horas desde el último "pico"), y ajustas la proteína a tus "necesidades reales". Si te pasas de proteína, además de no asimilarla ni aprovecharla, ni poderla guardar en ningún sitio, generas glucosa (gluconeogénesis) en la que exceda de tus requerimientos. Si te pasas mucho mucho, tendrás que excretar los aminoácidos excedentarios como urea, dando un gran trabajo a los riñones, que puede llevarlos al declive. De ahí que la dieta Dukan y las hiperproteicas sean terriblemente malas. Por eso, es bueno no tomar nada más que la proteína necesaria en cada momento de nuestra vida, y un poquito más, para ir ganando masa muscular si hacemos un poquito de musculación (mediante por ejemplo, los "Sistemas de Energía Concentrada", y no los mal llamados "ejercicios cardiovasculares"), para subir el metabolismo basal.


Si acaso cuando haces deporte, decides tomar carbohidratos de alto Índice Glucémico (IG) para evitar una posible "pájara", debes hacerlo antes de empezar una competición o un entrenamiento y mientras dure la misma/o, si es de más de 30 minutos. Estamos hablando ya de pruebas de resistencia o de grandes aerobios (carrera, ciclismo, tenis, nado, etc.). En ese momento, SÍ, puedes tomar dátiles, pasas, dulce de membrillo, plátanos, naranjas, manzanas, barritas energéticas, isotónico, chocolate, etc. Lo que quieras... Pero debes hacerlo en pequeñas cantidades, mezclados con proteínas y grasas, y de manera continua, sin producir ningún pico de glucosa en sangre que te "destrozaría" el entrenamiento o la prueba.


Cuando termines de hacer deporte o ejercicio, deja ya de introducirte más carbohidratos. Suministra rápidamente proteínas y grasas para iniciar todos los trabajos de regeneración del músculo y los órganos internos que se han dañado en el ejercicio, aparte de una bebida de cafeína sin azúcar que te suba la tensión y active el metabolismo de las grasas. Olvída la estupidez de la "ventana de los carbohidratos" para recargar el glucógeno, de lo que ya se encarga el hígado y los músculos de recargarlo durante todo el tiempo que estemos en reposo.


El resto del tiempo, a mantenerse en cetosis. Durante la fase de pérdida de la grasa corporal, si reducimos la grasa a un nivel mínimo, y nos aprovechamos de todo el déficit creado por la anulación de la ingesta de los carbohidratos (tomando sólo la mitad de gramos que los de las proteínas necesarias) estaremos perdiendo grasa corporal y peso de una manera fabulosa, y sin perder ni un ápice de la masa muscular, que está recibiendo en el proceso todo lo que necesita para su continua regeneración.



Si combinamos la Paleodieta (renunciar a los carbohidratos incorporados a nuestra alimentación con la agricultura neolítica: cereales, legumbres, tubérculos, frutas muy azucaradas, dulces, alcohol (incluida la cerveza, que tanto nos gusta)), con la Isodieta (que permite los lácteos enteros, eliminando la mayoría de las frutas y distribuyendo esa ingesta de proteínas y grasas en 6-7 comidas más o menos igualadas en cantidad y cuya suma a lo largo del día sea: la cantidad de proteínas recomendada para cada individuo (no la mínima) que puede oscilar entre 0,75 gr por kilo de peso para obesos hasta 4,0 gr/kilo para culturistas, siendo 1,3-1,7 gr/kilo, lo recomendado para personas normales o en dieta de pérdida de peso, y la grasa mínima para recibir los ácidos grasos esenciales que necesitamos, incluidas las grasas saturadas que también son importantísimas para nuestra salud y sobre todo, las de cadena media, como el aceite de coco o de palma (Omega 0, 3, 6 y 9), a razón de 1 gr de grasa por cada 2 gr de proteínas, y manteniendo siempre el ratio entre Omega3/Omega6 por encima de 1/5, (lo ideal sería 1/3)), tendremos la fórmula perfecta para deshacernos de toda esa mochila de grasa que nos estaba "comiendo la moral" (a algunos, porque se ve que otros lo llevan "bastante" bien y no quieren salir de ese círculo vicioso de enfermedad crónica. Ni siquiera se calcularán su IMC). 


Que lo tengan muy claro: un obeso (y un preobeso) es un ENFERMO. Y su enfermedad real no es la obesidad, que es sólo el síntoma aparente, sino la malnutrición. Y si no se da cuenta, es porque está enfermo, y esa malnutrición está afectando, fundamentalmente, a su cerebro. Y por eso, no se da cuenta. Llegando en casos extremos, salvo que en la antesala a la enfermedad total, un poco de cordura mental ponga freno al proceso, a la megarexia.   


Y además, es un esclavo de las multinacionales de la alimentación y de la farmacia, que en total connivencia la una con la otra, lo saturan de mensajes publicitarios falsos y contradictorios (ya ganan millones de € y de $ para podérselo permitir) para tenerlo siempre "enganchado" en el consumo de sus productos fetiche, cargados, en un caso, de pura azúcar, baratísima, pero vendida a precio de oro, combinada con otras cosas a las que su omnipresencia en todos los alimentos adultera, así como de féculas, almidones, jarabes (de IG > 100), polialcoholes, y proteína de soja; y medicamentos que no curan ni sirven para nada o que nos mantienen enfermos toda la vida, como las estatinas, "para bajar el colesterol", que "¡vete a saber para qué quieren bajarlo!", si es imprescindible para vivir y que todo funcione como debe; si lo que mata a la gente (y ellos lo saben perfectamente) son los carbohidratos.



La gran contribución de la base de 55% a 65 % de Hidratos de Carbono en la Pirámide Nutricional de la Agencia Norteamericana de Agricultura que nuestro gobierno ha seguido en la "estrategia NAOS". Toda una epidemia de obesos con una enfermedad mental denominada por Jaime Brugos como MEGAREXIA, por la que tales personas no son conscientes de que tengan ningún problema, ni que deban hacer nada por mejorar su salud... Ellos y ellas se ven "Divinos de la Muerte". Y además, que la llevan "escrita", en cada uno de los centímetros cúbicos de grasa corporal que rodean su cuerpo.


Si luego, una vez concluida la fase de pérdida de grasa corporal, subimos la cantidad de grasa en la dieta hasta que el cuerpo se sacie en cada una de las 6-7 comidas, y de hecho, el cuerpo, con las grasas y proteínas, "sabe" (feedback) perfectamente cuándo debe pararse, (lo que no ocurre con los carbohidratos, que nos hacen que rompamos siempre los límites y tendamos a hacernos mórbidos: la falta de aminoácidos en los obesos hace que éstos no puedan generar la Leptina o péptido YY, que es la hormona de la saciedad), ya no habrá pérdida de peso, y toda la energía que gastemos será la que proceda de las grasas y de algunos carbohidratos procedentes de las verduras, los frutos secos, aguacates, aceitunas, lactosa de los lácteos, etc., que tengan bajo índice glucémico y pasen a la sangre sin hacer que salte la alarma por el pico de glucosa, que haría que saliese al torrente sanguíneo la insulina a bloquear el metabolismo de las grasas y poner otra vez el cuerpo a eliminar de la sangre el exceso de carbohidratos.


La razón de hacer 6-7 comidas (yo hago sólo 6 porque mi descanso de 7-8 horas es sagrado: a las 7:30, 10:30, 13:30, 16:30, 19:30, 22:30) (e
s como si retornásemos a nuestra época de bebés (y los bebés no tienen un pelo de tontos, y si no, que alguien mire la composición de la leche materna)), es, porque a las 4 horas de la última ingesta, la presencia de aminoácidos esenciales, ácidos grasos esenciales y micronutrientes (vitaminas y minerales) cae en la sangre a prácticamente cero.  Antes de que se agoten nuestras moléculas estructurales imprescindibles para nuestro mantenimiento y regeneración como ser vivo, y empiece el catabolismo de fibras musculares (nos autodigerimos cuando nos faltan aminoácidos en todos los procesos), añadimos nuevos nutrientes esenciales para que todos los procesos de biosíntesis proteica (deben estar presentes los 8 aminoácidos esenciales que no sabemos generar) y de reparación celular (imprescindible el colesterol, para casi todo) se lleven a cabo perfectamente, con lo que todas nuestras defensas estarán "a tope", nuestro sistema hormonal, nuestra lucha contra el envejecimiento y la oxidación por radicales libres, y nuestro nivel de energía, que se encontrará siempre en el máximo; por contra a lo que obteníamos de los carbohidratos: el sistema inmunitario y las defensas destrozadas, desarrollando enfermedades autoinmunes, la piel: deteriorada, las hormonas sexuales y metabólicas anuladas, el esperma, de auténticos infértiles, el envejecimiento acelerado, y nuestra capacidad aeróbica, cada día de modo más notorio: "por los suelos".


Al entrar, y mantenernos habitualmente, en cetosis, le estamos dando al páncreas un respiro en la producción de insulina. Hasta ese momento, no hemos hecho más que abusar de él y tenerlo en sobreexplotación. «¿Crees que te va a durar toda la vida en esas condiciones?» Pues no. Tarde o temprano, sucumbe. Y te aviso, los sistemas de salud colapsarán también ante la epidemia de gordakos que están destrozándose junto contigo su propio páncreas, machacándolo a base de introducirse un "pico" de carbohidratos tras otro en cada comida. Se prevé que para el 2020, mañana mismo, habrá en el mundo occidental más de un 30 % de obesos por encima del IMC 30 y 35. ¿Estás llamando para que te pongan ya en la cola de espera????


Por otro lado, el hígado, siempre se encarga de mantener de 1.000 a 2.000 calorías en forma de glucógeno, en el hígado y en los músculos, con los que podemos tener energía rápida para un día entero si nos hiciese falta, para huir de un peligro o hacer un ejercicio intenso o anaeróbico. Así que, aunque el metabolismo de las grasas sea muy eficaz pero más lento, siempre tendremos un poco de glucosa guardada para momentos especiales, que metabolizaremos, bien completamente, o parcialmente, generando lactato y mucha acidez en el músculo, dependiendo de nuestro desarrollo muscular.




La gran trampa mortal que sigue imperando en los medios de comunicación, incluso en la Televisión Pública (véase Saber Vivir) y en las mentes desfasadas de los que no quieren ver la realidad de un mundo de obesos, hambrientos y desnutridos, y llenos de enfermedades de todo tipo. La base de la pirámide, copada por los carbohidratos, que según ellos deben cubrir el 55-65 % de las necesidades calóricas de los individuos.


Sobre la pirámide nutricional que la industria alimentaria, los médicos cavernícolas y que aún no se han reciclado de los "conocimientos oficiales" que aprendieron en la universidad, los farmacéuticos y las sociedades fantasmas de nutricionistas como la "Comunitaria" pagadas con sueldo de las multinacionales alimenticias (Philip Morris, Danone, Nestlé, Unilever, Pepsico, etc.) huelga decir nada. Basta con ver la epidemia de obesos y preobesos que ha generado en el mundo para darse cuenta que el FEP (Forraje Engorda Pollos) = [azúcar, cereales, legumbres, patatas y aceites poliinsaturados hidrogenados], no puede estar en la base de la pirámide: Calorías vacías, sin ningún nutriente esencial, que sólo son energía extra para determinadas situaciones de grandes esfuerzos mantenidos, como los deportes de resistencia (ultras) y que la insulina tiene que quitar a la carrera de la sangre.


Porque esa glucosa (y la fructosa todavía más) que todos esos carbohidratos generan en última instancia, es tóxica (ya se ha dicho que hay hiperglucemia y mortal por encima de 1,4 gr/litro de sangre en ayunas) debiendo retirarla el páncreas a la carrera en el tejido adiposo ya convertida en grasa saturada (mucho más fácil de guardar y acumular) para no volver a utilizarla nunca, porque según la propia pirámide, seguiremos consumiendo FEP en cada comida, a la que llegaremos cada vez con más hambre, puesto que no hemos comido lo que el cuerpo necesitaba, porque le damos energía inútil cuando en realidad lo que requería, desesperadamente, eran nutrientes para realizar labores de mantenimiento y regeneración.


Está en inglés, pero creo que se entiende perfectamente. El único problema es que todo eso es caro. El Forraje Engorda Pollos -puro- es muy barato, pero introducido en el resto de alimentos, hace que algo barato (azúcar, fécula, jarabe de maíz, proteína de soja de mala calidad (apenas tiene metionina ni triptófano, que actúan de aminoácidos limitantes) y transgénica, almidones, aceites de girasol y de soja baratos e hidrogenados,  polialcoholes de la caña de azúcar) sea cobrado a precio de oro, con lo que las empresas de alimentos ganan pingües beneficios y encima están creando una epidemia de obesos, de diabéticos, de insulinodependientes, de mórbidos, de inválidos funcionales, de personas sin cerebro que siempre tienen una bolsa de snacks en la mano y un refresco azucarado.


JUAN M. PEDROSA.

Fuentes:
Autores: Carlos Abehsera, David Perlmutter, Marcos VG, Jaime Brugos, Walter L. Voegtlin, S. Boyd Eaton, Melvin Konner, Robert Atkins, Michel Montignac.

Libros: Todos los libros y blogs relacionados con estos y más autores.

* Aminoácidos Esenciales Adultos: Lys (Lisina), Val (Valina), Met (Metionina), Ile (Isoleucina), Leu (Leucina), Phe (Fenilalanina), Trp (Triptófano) y Thr (Treonina).

*Aminoácidos Esenciales en determinadas situaciones (Infancia, Embarazo, Pubertad...) His (Histidina) y Arg (Arginina).

* Aminoácidos Condicionales: Gln (Glutamina), Pro (Prolina), Gly (Glicina)

* Aminoácido Esencial según algunos expertos: Tyr (Tirosina).


* Aminoácidos No esenciales: Cys (Cisteína), Ser (Serina), Ala (Alanina), Glu (Ac. Glutámico), Asn (Asparagina), Asp (Ac. L-Aspártico).

*Vitaminas: A (Retinolftalina),  B1 (Tiamina), B2 (Riboflavina), B3-PP (Niacina-Ác.Nicotínico), B5 (Ác. Pantoténico), B6 (Piridoxina), B8 (Biotina), B9 (Ác. Fólico-Folacina), B12 (Cianocobalamina), B15 (A. Pangámico), C (Ác. L-Ascórbico), D3 (ColeCalciferol), E (Tocoferol), K2 (Menadiona o Filoquinona)

*Minerales básicos: C (Carbono), N (Nitrógeno), O (Oxígeno), H (Hidrógeno).

*MacroMinerales: Ca (Calcio), P (Fósforo), Fe (Hierro), Mg (Magnesio), I (Yodo), Na (Sodio), K (Potasio), Cl (Cloro).

*MicroMinerales: Zn (Zinc), Cu (Cobre), Si (Silicio), Cr (Cromo), V (Vanadio), Mn (Manganeso), Se (Selenio), Ni (Níquel), Si (Silicio), S (Azufre), Mo (Molibdeno), Co (Cobalto), B (Boro).

*Contaminantes: F (Fluor), Al (Aluminio), Cd (Cadmio), Pb (Plomo), Sb (Estaño), Hg (Mercurio), Br (Bromo)

*Ácidos Grasos Esenciales y otros importantes.
Omega0 (Ác. Caprílico, Ác. Cáprico, Ác. Láurico)
Omega3 (Ác. Linolénico, EPA: Ác. EicosaPentaenoico, DHA: Ác. DocosaHexaenoico)
Omega6 (Ác. Linoleico, Ác. Araquidónico, Ac. Linoleico conjugado, )
Omega9 (Ác. Oleico)
Colesterol.

*Otros importantes No esenciales: L-Carnitina, Coenzima Q10, Creatina, Carnosina, Taurina, Ornitina.
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