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martes, 10 de mayo de 2016

K092: "PIÉNSATE, FRÍAMENTE, SI NECESITAS VAKUNARTE, TÚ O TUS HIJOS."


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KONSEJO 92 del Dr. Kabra:


《PIÉNSATE, FRÍAMENTE, SI NECESITAS VAKUNARTE, TÚ O TUS HIJOS.》


La Farma-Industria nos tiene preparado un cóctel de proteínas víricas con muchos aditivos, e incluso con formas activas e inactivas de virus que ya no son comunes. Todo el procedimiento ha empezado a cuestionarse,  dado que hay mucho dinero de por medio, y con nuestra salud, no se juega. O no se debe de jugar.


La inyección directa de proteínas externas y otro material tóxico (como el etil-mercurio) hace al receptor de aquello, más (y no menos) fácilmente afectado por lo que encuentra en el futuro. O sea, que "no inmunizan" como la exposición natural al agente real, sino que lo debilitan, impidiendo, a veces, que se desarrolle la verdadera inmunidad.

* Los riesgos son, en la mayoría de los casos, mayores que los beneficios, pero hay pocos incentivos a los médicos para reportarlos, y sí, algo de miedo a hacerlo. Al estimular ciertas inmunidades inespecíficas en el cuerpo, las vacunas han creado una alarmante alza en enfermedades autoinmunes. En lineas generales, las personas vacunadas, son más propensas a sufrir las enfermedades que las vacunas intentaron prevenir. "Causan brotes epidémicos, en lugar de erradicarlos".


* El elevado número de vacunas suministrado a los niños (para ahorrar tiempo y dinero) está creando una toxicidad sinérgica (acumulación de cargas de tóxicos en poco tiempo) y una sobrecarga inmunológica, provocando en muchísimos receptores: obesidad, diabetes de tipo I y II, ictericia, leucemia, diversos tipos de cáncer y autismo. La mayoría de los estudios indican que los niños vacunados son, en promedio, más propensos a enfermar que el resto.

* No hay estudios científicos que hayan comprobado si las vacunas han prevenido enfermedades. Adquirir una infección contra la que te vacunas no es sinónimo de muerte, y casi todas, se han introducido cuando la enfermedad estaba casi desapareciendo. Y el éxito, se debe más a la mejora de la alimentación, la higiene y a la calidad del agua, que a las vacunas.


* No se han realizado estudios sobre el efecto a largo plazo de las vacunas. sino a corto plazo, comparando un grupo que ha recibido una vacuna con otro que ha recibido otro tipo de vacuna; y nunca, con un grupo que no haya recibido ninguna. 

* Todas las vacunas contienen neurotoxinas (el etil-mercurio es la 2ª más peligrosa que se conoce, después del uranio), inmunotoxinas (neomicina, fostato potásico monobásico), cancerígenos (como el formaldehido, el glutamato monosódico (GMS), el cloruro potásico...), y agentes de esterilidad (Triton X-100, Octoxynol-10, Polisorbato-80) entre otras "delicatessen".

* No hay ninguna vacuna que permita ver la composición al receptor antes de administrarla. Total secretismo. Varios tipos de vacunas han debido ser retiradas del mercado debido a los conservantes y otros ingredientes que llevaban. Usualmente, la población no sabe exactamente qué es lo que hay en las vacunas, y al no saberlo, corren el riesgo de ser alérgicos a estos ingredientes.

* El etil-mercurio (Thiomersal) es una neurotoxina muy peligrosa, que se acumula en el tejido graso del cerebro, pudiendo dañar todo el sistema nervioso, especialmente el de los niños menores de 6 meses. Puede provocar infertilidad, y descenso de los niveles de Testosterona, tanto en hombres como en mujeres, alterando todo el sistema endocrino.

* Es posible que algunas vacunas (como el caso de la triple vírica: paperas, sarampión y rubeola; y tétanos) efectivamente, ayuden a prevenir enfermedades, y merezca la pena el riesgo. Pero la mayoría de las restantes, no. Los niños sufren, de promedio, menos del 2% de las enfermedades, que pueden ser prevenidas con vacunas, pero se les aplica cerca del 98% de las que existen. Vacunar no siempre resulta dañino, pero los resultados son impredecibles y arriesgados.
* Las vacunas suelen ser útiles sólo por un tiempo. Es más lucrativo agregarle conservantes a las fórmulas, para hacerlas más duraderas, en lugar de hacer nuevas vacunas. Estos conservantes pueden incluir metales pesados como el aluminio y el mercurio, entre otros. Quitar el Timerosal, las haría más caras. Varios grupos de congresistas lo han intentado, "pero no hay manera". 
* Las vacunas NO previenen enfermedades, sólo hacen al cuerpo más resistente, pero no totalmente inmune a ninguna enfermedad. Las vacunas estimulan un "determinado tipo" de inmunidad en el cuerpo, pero nada impide que el causante pueda mutar y luego entre en el organismo. Las vacunas actuales, como método de prevención de enfermedades sólo son útiles en casos muy específicos.

* Si un niño resulta afectado por alguna condición relacionada al uso de vacunas, prácticamente nadie puede ayudarlo: no existe tratamiento. Los niños vacunados son más propensos a sufrir de asma, dermatitis, alergias, retrasos en el desarrollo, trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), autismo... (En India, tras la introducción de la campaña de vacunaciones, el autismo pasó de 1/500 a 1/37.¿Casualidad o causalidad?).


* La mayoría de la información que posee el receptor y los padres de los niños proviene de los gobiernos, doctores y fabricantes de vacunas, los cuáles tienen todos un "conflicto de interés", ya que se benefician directamente de las ganancias generadas por las ventas de estas vacunas.

* En los prospectos que vienen con las vacunas, pero que nunca son puestos a la disponibilidad del paciente, se indica, "por los mismos fabricantes" de las vacunas, que no son completamente efectivas, y pueden causar muchos efectos secundarios, incluyendo la muerte. 

La Organización Mundial de la Salud, rebate todo lo anterior, atribuyéndolo todo a 10 bulos o mitos. Este es su contraataque (obligado para contrastar opiniones): 
Mito 1: Las mejores condiciones de higiene y saneamiento harán desaparecer las enfermedades; las vacunas no son necesarias. FALSO
Hecho 1:  Si las personas no estuvieran vacunadas, algunas enfermedades que se han vuelto poco comunes, tales como la poliomielitis y el sarampión, reaparecerían rápidamente.

Mito 2: Las vacunas conllevan algunos efectos secundarios nocivos y de largo plazo que aún no se conocen. Más aún, la vacunación puede ser mortal. FALSO

Hecho 2: Las vacunas son muy seguras. La mayoría de las reacciones vacunales son generalmente leves y temporales, por ejemplo, un brazo dolorido o febrícula. Llos beneficios de la vacunación compensan con creces el riesgo, dado que sin las vacunas se producirían muchos trastornos y defunciones.

Mito 3: La vacuna combinada contra la difteria, el tétanos y la tos ferina, así como la vacuna antipoliomielítica, pueden provocar el síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS). FALSO

Hecho 3: No existe una relación causal entre la administración de las vacunas y la muerte súbita del lactante, a pesar de que esas vacunas se administran en un período en el que el recién nacido puede sufrir el SIDS. 

Mito 4: Las enfermedades prevenibles mediante vacunación están casi erradicadas en mi país, por lo tanto no hay motivos para que me vacune. FALSO

Hecho 4: : Los agentes infecciosos que las provocan siguen circulando en algunas partes del mundo. En un mundo sumamente interconectado, esos agentes pueden atravesar las fronteras geográficas e infectar a cualquier persona no protegida.  

Mito 5: Las enfermedades de la infancia prevenibles mediante vacunación son algo inevitable en la vida. FALSO

Hecho 5:  Enfermedades tales como el sarampión, la parotiditis y la rubéola son graves y pueden acarrear importantes complicaciones tanto en niños como en adultos, 

Mito 6: La administración simultánea de más de una vacuna puede aumentar en los niños el riesgo de efectos secundarios nocivos, que a su vez pueden sobrecargar su sistema inmunitario. FALSO

Hecho 6: Las pruebas científicas revelan que la administración simultánea de varias vacunas no conlleva ningún efecto secundario sobre el sistema inmunitario del niño. Los niños están expuestos cotidianamente a cientos de sustancias extrañas que desencadenan una respuesta inmunitaria. 

Mito 7: La gripe es solo una molestia y la vacuna no es muy eficaz. FALSO

Hecho 7:   La mayoría de las vacunas contra la gripe inmuniza contra las tres cepas de mayor prevalencia circulantes en una estación dada. Es la mejor manera de reducir sus probabilidades de contraer una gripe grave y contagiar a otros. 

Mito 8: Es mejor la inmunización por la enfermedad que por las vacunas. FALSO

Hecho 8: Las vacunas interactúan con el sistema inmunitario para producir una respuesta similar a la que produciría la infección natural, pero no causan la enfermedad ni exponen a la persona inmunizada a riesgos de posibles complicaciones.  

Mito 9: Las vacunas contienen mercurio, que es peligroso. FALSO

Hecho 9: El tiomersal es un compuesto orgánico con mercurio que se añade a algunas vacunas como conservante. Es el conservante más ampliamente utilizado para las vacunas que se suministran en ampollas de dosis múltiples. No hay pruebas científicas que sugieran que la cantidad de tiomersal utilizada en las vacunas entrañe un riesgo para la salud.

Mito 10: Las vacunas causan autismo. FALSO


Hecho 10:   No existen pruebas científicas de una relación entre esa vacuna y el autismo o trastornos autistas.

La simple ronchita de la reacción local es lo de menos, con respecto a los daños que puede sufrir un bebé si se produce una sinergia de tóxicidad y un estado de sobrecarga inmunológica.


Así que ya lo sabes, padre, madre o receptor de vacunas. Según el mismo fabricante, (Lilly, o alguna de las otras 9 multinacionales de la farma-industria), el líquido que hay en "ese vial", puede incluso causar la muerte, en la hora siguiente de ser administrado. O puede que no pase nada y luego evite una gran infección. Tienes que decidir si vacunar o no, y en cada caso, y para cada enfermedad. Es tu (o vuestra) responsabilidad. Y estás obligado a ejercerla, con "conocimiento" de causa. No te dejes influenciar por los que tienen "conflictos de intereses".
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