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miércoles, 15 de junio de 2016

K311: "RECHAZA KASI TODA LA KARNE PROCESADA Y VALORA KOMO KOMIÓ Y VIVIÓ EL ANIMAL."


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KONSEJO 311 del Dr Kabra:

《RECHAZA KASI TODA LA KARNE PROCESADA Y VALORA KOMO KOMIÓ Y VIVIÓ EL ANIMAL.》




 La carne procesada está omnipresente en nuestras vidas y nuestra economía. Es más fácil de comer y cocinar, su conservación esta más asegurada a pesar de posibles rupturas de la cadena del frio y su palatabilidad la hace crear adicción total entre sus consumidores.



El hombre, no habría llegado hasta lo que es hoy, por haber sido vegano. Sino porque ha sido carnívoro, y carroñero, y comedor de huesos (médulas y tuétanos). Es la carne, (y su transformación con calor), la que hizo Homo sapiens al homínido. De hecho, el chimpancé, también es omnívoro, y también come monos, y gusanos, y huevos, y termitas... para compensar su dieta. Y es la criatura más próxima a nosotros en inteligencia (con permiso del delfín, al que le encanta el Omega3).

* No hay pinturas de vegetales en las Cuevas de Altamira, ni en ninguna otra cueva. Y fue, desde que empezamos a comer cereales, granos y lácteos, y a vivir en núcleos urbanos, cuando nuestra salud cayó estrepitosamente: perdimos altura, densidad ósea, capacidad encefálica, aparecieron las caries, enfermedades contagiosas, la peste, la viruela, nacieron la obesidad, la gota, la celiaquía, etc.

* Hoy, la situación es distinta. Estamos demasiados seres humanos, y la gestión de la producción de carne, conlleva muchos gastos a nivel de ecosistema global y de mantenimiento sostenible. Es posible, que la única solución de alimentación universal esté más próxima al veganismo que al modelo actual de adicción colectiva a la carne. Además, la carne, "ya no es lo que era". 

* De principio, la mayor parte de la carne (y un gran % del pescado), viene de factorías y de procedimientos de producción industriales, donde el animal está hacinado, apenas consume la vegetación típica de un herbívoro (ternera, cordero, conejo) o de un omnívoro (cerdo, pollo, pavo), y a todos se les somete a una alimentación a base de granos (en muchos casos transgénicos y superregados de glifosato): predominando el maíz, soja, cánola, cebada, etc., mezclados con altas dosis de antibióticos (para que los animales engorden y no enfermen en las terribles condiciones en las que viven), y hormonas de crecimiento y esteroides (para que los granos comidos se conviertan rápidamente en masa muscular y grasa, y en definitiva en peso). Tal vez, nuestros hijos estén "ganando altura", pero las consecuencias de todo ese cóctel de glifosato, transgénicos, antibióticos y esteroides, es impredecible a largo plazo, y seguro que "nada bueno".

* Animales cuya carne era una fuente de Omega3 que ayudaba a estabilizar el equilibrio Omega6-Omega3, ahora son exclusivamente fuentes de Omega6 pro-inflamatorio, aparte de ofrecer trazas de cientos de fármacos, hormonas, antibióticos, estrógenos,  pesticidas, grasas trans, e incluso genes de especies que no tenían que estar en el alimento de un herbívoro (no hay más que recordar el caso de los priones en la "crisis de las vacas locas", donde vacas y ovejas eran alimentadas con cadáveres de animales).



 La clasificación de la OMS metiendo a la carne procesada en el grupo 1 "produce cancer" (metiendo al jamón iberico como carne procesada) y a la carne roja (como grupo 2) "probablemente".



* Poco antes de llevar el animal al matadero, aún se le inyectan enzimas y hormonas para dar un aspecto más fresco, o más tierno, o más rojo a la carne, o que retenga más agua, y ser así un buen reclamo para la venta. 

* Si nos hacemos con esa carne, en ese momento, ya estamos aceptando de un 30 a un 50 % más de "cosas raras" de las que tenía hace 50 años. Aún así, el procesamiento final, lo haremos nosotros, y seremos responsables del mismo. El gusto por abusar del fuego en parrillas y barbacoas, genera benzopirenos, acrilamidas, nitrosaminas y productos de glicación avanzada, que nos hacen ingerir transformaciones muy peligrosas de esa carne por un mal hábito y mucho desconocimiento. La mejor solución, estofarla o cocerla con mucha agua para evitar todo tipo de reacciones de Maillard.

* Pero sigamos con el proceso... No compramos la carne al corte en la carnicería, sino que nos vamos a la "charcutería". Y ahí, ya empezamos a sufrir todos los tejemanejes finales del cruel procesamiento.

* Puede aplicarse desde un procesamiento mínimo, como salado y curado (jamón) hasta transformarse en una pasta informe, aplicando el principio de la Sra. Murphy: "Todo es comestible, si se tritura y procesa lo suficiente". El alimento deja de ser real, y se somete a 20 ó 30 procesos: Altas presiones, calentamiento a altas temperaturas, centrifugado, triturado, cocido, pintado, blanqueado, azucarado, pasteurizado, texturizado, sometido a sosa cáustica e hidróxido de amonio, para eliminar bacterias resistentes a todos los antibióticos suministrados, etc.  

* Una vez, desnaturalizado completamente, se decide cómo sacarle rendimiento a esa "masa de color rosa", similar a la pasta de salchichas. Para eso, están los equipos de desarrollo, para buscar los aditivos más vanguardistas, para que a la gente le guste aquello y repita la compra. Está claro que el ingrediente "más molón" van a ser los azúcares: sacarosa, lactosa, jarabes de glucosa o fructosa, dextrinas, maltodextrinas, jugos de frutas, etc. 

* Para que el consumidor se coma todo el fiambre en una sentada, y le parezca riquísimo, sólo hay que añadirle potenciadores del sabor, como el GMS (glutamato monosódico), que anulan la hormona leptina de la saciedad, con lo que el cliente acabará obeso y adicto al producto.  consiguiéndose  un nuevo fan de dicha creación, que evidentemente, ya no es un alimento real.




 Si a todos los problemas de alimentación y cuidado del animal (antibióticos, fármacos, esteroides, hormonas, hacinamiento) le añadimos el procesado industrial (añadido de nitritos, aditivos, colorantes y conservantes) y luego hacemos una preparación agresiva como una barbacoa y esto lo repetimos bastante habitualmente (porque podemos permitírnoslo) es muy probable que nuestro genoma no acabe yendo por muy buen camino. "Cada cual, con su propia vida".


* Una vez conseguida la adicción y la fidelidad de la clientela, se disparan los niveles de engaño, sustituyendo cada vez más producto original por féculas (trigo, maíz, mandioca, patata), almidones invertidos o modificados y fibras insolubles (celulosa, pectina, madera) para que absorba muchísima agua, que llega a superar incluso en peso a la carne, o es el segundo ingrediente..

* Además, se añaden todo tipo de proteínas para cubrir el % mínimo; lactosueros, colágenos, corteza y sangre en polvo, proteína de soja transgénica y barata, hidrolizados vegetales y de colágeno... con lo que convertimos el producto en un timo, pues la proteína es casi el 40-50 % de origen vegetal o de colágenos y deshechos de los mataderos, pero en la etiqueta pone que es pechuga, o beicon, o fiambre, o chopped, o jamón de york... 

* Y como queremos rebajar aún más los costes, retiramos todavía una mayor cantidad de carne, sustituyéndola por estabilizantes (carragenatos y alginatos) y espesantes (goma xanthana, guar, garrofín, arábiga, tragacanto) que gelifican y espesan el producto final, reteniendo agua.

* Hasta ahora, la industria alimentaria ha estado cometiendo un fraude detrás de otro:
 - cambia el etiquetado vendiendo un producto por una cosa (ternera, cordero) cuando en realidad es otra (cerdo, caballo, pollo, cabra).
- miente sobre la trazabilidad y procedencia de lo que está vendiendo, y no informa ni del 20 % del origen del producto, por lo que si hay una alerta epidemiológica, será imposible localizar todos los lotes).
- cambia calidad de carne, vendiendo partes nobles (magro, pierna) cuando en realidad son tendones, vísceras, tocino, falda, etc), suplementada con proteínas (vegetales y de reciclaje) para mantener los porcentajes.
- Introduce los procedimientos de "carne separada mecánicamente" (CSM) o "carne finamente texturizada" (LFBT) para reciclar todos los huesos, vísceras, tendones, y todas las sobras del despiece que antes se tiraban a la basura. 
- se obtienen colágenos de todos los restos de carnicerías, se procesan para convertirlos en polvo y se añaden a carnes de baja calidad para subir el % proteico y absorber mucha agua, que le dará peso al producto.
- introduce un montón de fécula, almidones, azúcar, proteína de soja, maltodextrinas, proteína hidrolizada y texturizada para timar al consumidor y sacar de cada 2 kg de materia animal al menos 3 o 4 de producto final. No baja el precio pero al consumidor se le vende el 40-50 % de lo que él quiere; (el otro 50% es "otra cosa"). Ej.: Las bandejas de "picada de -ternera, cerdo, pollo-" (aquello sólo recuerda vagamente a carne real pasada por la picadora).

* Pero, amparada en la necesidad de usar productos químicos para evitar intoxicaciones si se rompe la cadena del frío y que dure mucho tiempo en las vitrinas de las charcuterías, más que de fraude, puede empezársele a acusar de ASESINATO. Porque la mayoría de los aditivos que le añade, no son imprescindibles, producen cáncer colorrectal, crean obesidad y diabetes, los colorantes producen daños cognitivos e hiperactividad, inflamación crónica, etc. Están más orientados a hacer de la carne un producto de alto rendimiento y altamente adictivo, que a ofrecer un producto seguro para el consumidor. 

* Productos como los nitritos, nitratos, polifosfatos, sulfitos, conservantes como el BHT, BHA, Ácido Benzoico, estabilizantes como los carragenatos, potenciadores del sabor como el GMS, colorantes como el Rojo 2G, la tartrazina, el amarillo-naranja, etc., conllevaron a la OMS a incluir todas las carnes procesadas como productoras de cáncer y enfermedades cardiovasculares.

* Veamos una composición real "normal" a modo de ej.: «Cerdo (50%), agua, fécula de patata, proteína de soja, sal, proteínas lácteas y lactosa, regulador de acidez E325, estabilizantes (E450i, E451i, E407, E415), aromas, aroma de humo, antioxidantes  (E331, E316), especias, conservador (E250) y colorante (E120)». Campofrío, McDonald's, La Piara, Argal, etc. superan seguro la longitud de la lista en cualquiera de sus productos.

* EL PROBLEMA NO ES LA CARNE (50%); ES LA CARNE PROCESADA (el otro 50%).
-Cuando hay pocos antioxidantes, los nitritos se convierten en Nitrosaminas cancerígenas.
- El hierro hemo en exceso (300-400g/día), puede hacer daño en células del colon.
- El uso del fuego directo (barbacoa, parrilla) o temperaturas altas y sin agua (Maillard) generan HAP (hidrocarburos aromaticos policíclicos -benzopirenos) y aminas heterocíclicas (AHC).
- La ingesta y acumulación de conservantes, espesantes y potenciadores del sabor, tiene efectos secundarios tóxicos en toda la salud.

* Según las Definiciones, la Industria alimentaria tiene un amplio margen para seguir haciendo prácticamente lo que le venga en gana:
-Carne procesada: "Cualquier tipo de carne transformada con sal, curación, fermentación, ahumado, para mejorar el sabor y preservar el alimento"
-Carne: "Cualquier producto de origen animal que tenga menos de un 30 % de grasa y un 25% de colágenos." 

* Tal vez no sea bueno el meter a todos los malvados en el mismo saco: No es lo mismo un jamón ibérico de recebo o bellota, que una barra de salami, chopped, frankfurt, beicon ahumado o sobrasada... Pero al consumidor lo pone contra las cuerdas. 

* ¿Qué carne procesada es fiable? ¿Es seguro que si no aparecen aditivos en la etiqueta no los tenga? ¿Cómo es posible que algunos chorizos y  salchichones sólo tengan carne, pimentón, sal y ajo, y otros contengan patata, almidón, soja, azúcar, lactosa, nitritos, sulfitos, fosfatos y hasta 8 aditivos más? ¿Podría el consumidor hacer algo para que la charcutería recuerde en algún sentido las antiguas "matanzas" familiares? ¿Podría exigirse más diligencia a las inspecciones sanitarias para que se garantizase más la rigurosidad de la etiqueta en cuanto a tipo de carne usada, proceso, procedencia, composición, ingredientes reales usados y presentes, etc. en lugar del abandono y desinformación que hay en todas las actuales?

* Con respecto a la carne procesada (y el  pescado de crianza procesado), tenemos 4 opciones: 

1) Rechazarla, completamente, y limitarnos a comprar carnes y pescados reales, teniendo en cuenta cómo han vivido y comido esos animales ("opción Páleo"):
- No es lo mismo un huevo de una gallina campera criada sin granos, que una de corral libre con alimentación mixta de granos y hierbas, que una gallina hacinada en una jaula con alimentación exclusiva de granos (muchos transgénicos) antibióticos y hormonas.
- No es lo mismo un corte de ternera o de buey criado con pastos y libre, que uno de corral semilibre criado con hierbas y granos, y que uno hacinado. Lo mismo, es aplicable a los cerdos, a los pollos, a los pavos, a los corderos, a los conejos...
- No es lo mismo la carne de caza que la de granja.
- No es lo mismo un pez capturado salvaje que uno de piscifactoría, alimentado con granos transgénicos (salmón, doradas, rodaballos, etc).

2) La segunda opción, es discriminar lo que hay a la venta ("opción Memoria"): Hay jamones, chorizos, lomos embuchados y adobados, salchichones, salchichas frescas, panceta, etc., con un mínimo grado de procesamiento y con aditivos sólo naturales (sal, pimienta, pimentón, ajo, humo, especias, etc.) que son muy aceptables; y otros, que no (salami, beicon, bratwurst, etc.)

3) La tercera opción es discriminar el mercado, y buscar productores locales y ecológicos que hagan un procesado de confianza ("opción Soberanía alimentaria"). Toda la carne industrial procesada, dejarla en el supermercado.

4) La cuarta opción, es la "opción Vegana": Renunciar a comer carne como algo imprescindible, y tratar de buscar opciones para cubrir todos los aminoácidos, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales, sin que haya que sacrificar a ningún animal, aunque ello suponga también su desaparición indirecta a largo plazo; pero se beneficiaría el planeta y habría un mejor y racional aprovechamiento de los recursos de todo el ecosistema. Con inteligencia, todos los nutrientes podrían conseguirse, aunque fuera un poco más difícil.



 Hay que distinguir carne y carne procesada. Y todos los procesos no son igual de agresivos, ni los fabricantes son todos igual de ladrones, de malvados y de desaprensivos con nuestra salud.


Las opciones son complicadas, pero se podría hacer mucho por evitar el continuo timo, la adulteración y la degeneración de los valores nutritivos de la carne, que nos está matando, a base de un procesamiento interesado, que raya casi el estricto experimento químico. Esa carne, cada día, se parece menos a la que comía el hombre páleo cuando abatía una pieza. Tenemos que "hacer algo", o habremos perdido, definitivamente, uno de nuestros mejores alimentos.
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