KONSEJO 300 del Dr. Kabra:
《ABOMINA DE TODA LA KOMIDA PROCESADA. Y KOCINA TÚ MISMO.》
Nada de eso se lo encontraría un hombre Paleo cuando saliese a buscar comida. Nada de eso es comida REAL |
La industria alimentaria te ha urdido una buena trampa. Se ha propuesto cocinar para ti, de modo que no tengas que preocuparte por ingredientes, ni del proceso de preparación, y sólo tengas, que comer, o freír, o calentar, sin que te pares a mirar los aditivos, ni todas las cosas antinaturales que "no tendrían" que estar ahí, en esa receta.
¿Por qué lo hace? Pues para tomarte el pelo. Dejas de comer productos naturales, que en teoría son más caros, y te los sustituyen por productos baratos: azúcar, almidón, féculas, soja, aceites vegetales procesados, grasas trans, etc. (apenas sin nutrientes, y sin fibra solubre natural, ni vitaminas naturales, ni polifenoles), y muchos aditivos, para que ese producto se mantenga en el súper mucho tiempo, tenga un color, un olor y una textura muy apetecibles para los sentidos, y te incluyen productos que van a crearte adicción, como potenciadores del sabor (glutamatos), azúcar, JMAF, lactosa, gluten, edulcorantes, sal común, grasas trans, etc... para que no pares nunca de comerte "esa mierda", y las corporaciones alimentarias no dejen de incrementar sus beneficios, sin importarles que tu esperanza de vida se reduzca cada día que comas esos productos.
Al final, la diferencia de precio no es tanta, (echa cuentas), pero, sin embargo, el margen de beneficio que ellos obtienen es amplísimo. Te han engañado en calidad, en nutrientes, en salud... Y también en el precio. Te han vendido mierda a precio de alimento real, o incluso, más cara. Compara la diferencia entre un kilo de pechuga de pavo (real), y 1000 gr de "Pavofrío Cuida-T 99% libre de grasa". Y luego mira ¿cuánto pavo lleva el Pavofrio? y ¿qué otras cosas estás metiendo en tu cuerpo? y ¿con qué consecuencias?
¿Cómo funciona el negocio de la comida procesada y por qué es mucho más rentable que la comida real? Hay esquemas que se repiten:
1. Se crean productos con bajo coste de fabricación y de larga duración. Se usa materia prima barata: muchas veces, a base de cereales, subvencionados por el Gobierno, como trigo, maíz, soja... muchas veces transgénicos, y producidos a gran escala.
2. Para transformar los ingredientes básicos en algo deliciosamente adictivo, los equipos de desarrollo ingenian fórmulas a base de endulzantes, sales, grasas vegetales, saborizantes, colorantes, emulgentes, texturizantes, potenciadores, aromas artificiales y otros estimulantes para nuestros sentidos…
3. Se intercala algún producto natural, o alguna vitamina (producida por síntesis), pero en cantidades pequeñas, y principalmente para poder anunciar el producto como “saludable”. Se señala en el envase a algún "enemigo habitual" como el colesterol, o a la grasa saturada, para avalar aún más la bondad del producto, y se reduce, al máximo posible, el tamaño de letra de los ingredientes, y el número de gramos de la ración recomendada, para evitar comparaciones.
4. Se aprovechan de un entorno regulatorio favorable, a base de lobistas y grupos de presión, donde las grandes corporaciones tienen bastante libertad para convencer a inspectores y consumidores de que sus “sucedáneos de comida” son saludables, y "divertidos".
5. Al Gobierno se le soborna para que "mire para otro lado" y retrase regulaciones que perjudiquen el "negocio". Las grandes corporaciones tienen mucho dinero, y esto les permite salirse con la suya. También tienen grupos de presión en Bruselas que actúan sobre las agencias alimentarias de la CE para que ninguna directiva les perjudique.
6. Se lanzan millonarias campañas de publicidad para promocionar cada nuevo producto, que pueden costearse fácilmente, por la alta rentabilidad que se obtiene, y se va a obtener. Se crean envases muy llamativos, vídeos impactantes con niños en familias muy felices y acomodadas, y se cubren todos los mass-media simultáneamente.
7. Se usan mensajes engañosos que hacen creer a los consumidores que sus productos son saludables. Se acompañan de estudios incompletos e interesados, pagados por la propia corporación, con científicos "con conflictos de intereses", (a sueldo), para dar un cierto soporte de pseudociencia.
8. Se pacta con "Sociedades de Nutricionistas y Dietistas" (y a veces se crean estos entes "ad hoc"), para que apoyen y avalen el lanzamiento, y mantengan el producto como recomendable en la "base" de la "Pirámide nutricional". Debe "despreciarse" cualquier posible peligrosidad en los aditivos.
9. Todo el proceso de elaboración y de manipulación de los alimentos se hace en "riguroso secreto" y sin acceso de público ni de prensa especializada. Entre la industria química y la alimentaría se crean vínculos secretos para llevar los procesos al máximo de manipulación y ahorro, insertándose cada vez aditivos más sofisticados, más adictivos, y que favorezcan el consumo rápido y la reincidencia en la compra del producto, con independencia de las consecuencias en la salud del consumidor final, que pueden ser niños o embarazadas.
10. A los publicistas de estas compañías, les encanta resaltar el papel de la "madre ocupada" y del padre "distraído", y reforzar el mensaje de la “comodidad” de consumir sus productos procesados. Atacan las mentes de los padres, convenciéndoles de que pueden preparar comidas "de calidad" para sus hijos, con muy poco esfuerzo.
11. Hasta los consumidores más sofisticados piensan que consumen productos de calidad por comprar las marcas más caras (las que más salen en la TV), gracias a los empaquetados supervistosos (predominio del color rosa (=anticáncer de mama)) y la convincente publicidad.
Stop comida procesada. Date una oportunidad a ti mismo de procesar personalmente los alimentos y comerlos con todos sus nutrientes reales y con cero aditivos. |
12. Un ejemplo: "El helado de vainilla (real) contiene ingredientes sencillos, como crema de leche o nata, leche, miel y vainilla. Los que encontrarás en el súper, utilizan leche de vacas tratadas con hormonas de crecimiento y con una alimentación antinatural, basada en cereales (y soja transgénica), en vez de pasto. Se reemplaza la miel y los endulzantes naturales por jarabe de fructosa o azúcar de remolacha transgénica. Para reducir aún más el coste, parte de la nata (o toda) se reemplaza con goma guar y carragenina (potencialmente tóxica). Y la vainilla, se sustituye por un saborizante derivado del petróleo. Se añaden más conservantes y aditivos para que el producto pueda estar muchos meses en las vitrinas del súper, sin alterarse, y no se derrita si el expositor está mucho rato abierto en horario de apertura."
* Algunas reglas de Michael Pollan:
-“Evita los productos que se anuncian en televisión”.
-“Si viene de una planta lo puedes comer, si se hizo en una fábrica no”.
-“No comas cereales de desayuno que cambien el color de la leche”.
-“No comas nada que tu abuela no reconocería como comida”
-“Siempre que puedas, compra tu comida en un mercado, donde vendan directamente los productores”.
-“Come comida cocinada por personas, no por corporaciones”.
-“Come animales que a su vez comieron buena comida”.
-“Come en la mesa, no en un escritorio mientras trabajas o en el sofá viendo TV". (Mejor no veas TV comercial)
-“No compres en gasolineras ni en tiendas 24 horas.”
-“Evita alimentos con ingredientes que un niño de primaria no pueda pronunciar”. (Aprende a leer las etiquetas.)
-"Evita alimentos con ingredientes" (el único ingrediente debe ser el propio alimento).
No hay comentarios:
Publicar un comentario