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domingo, 1 de mayo de 2016

K302: "HUYE DE LA SOJA NO FERMENTADA KOMO DEL VENENO."

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KONSEJO 302 del Dr Kabra:
《HUYE DE LA SOJA NO FERMENTADA KOMO DEL VENENO.》


 La soja que en su estado de semilla no vale para un potaje como las lentejas, las alubias o los garbanzos, debido a su alta cantidad de antinutrientes que posee en su interior.
La soja es una legumbre que aporta todos los amonoácidos, por lo que podría considerarse completa... Pero el contenido en Metionina y Triptófano es bajo, por lo que hacen de aminoácidos limitantes. Apenas tiene Fenilalanina, que es un aminoácido esencial. (Es incompleta) 

Tampoco contiene Ornitina, ni Glutamina. Este último no es esencial pero es vital en momentos de enfermedad y estrés, y es fundamental en la síntesis de colágeno endógeno y en la regulación del equilibrio ácido-base. Si hay poca glutamina el organismo cataboliza el músculo para obtener glutamina y energía, por lo que es esencial que no falte la glutamina para conservar la masa muscular.


 El tofu. No puede comparararse con el queso fresco, por ej. de cabra, en nada.


Además el contenido en Valina, Leucina e Isoleucina (los ramificados, esenciales y que constituyen un tercio del músculo) apenas ocupan un 10 % en el aminograma. 

La sustitución de carne procesada por proteína de soja, aparte de ser un timo, hace que la proteína resultante sea de peor calidad. Es mejor la proteína de suero, que contiene mayor cantidad de BCAAs, imprescindibles para generar músculo, regular el apetito y mejorar la composición corporal.La proteína de soja como suplemento disminuye las ganancias musculares comparada con suplementos de proteína láctea, e incluso da peores resultados que no suplementar con nada.


 Los brotes de soja, que por fortuna, NO SON de soja, sino de judía mungo.

Se cree que la soja cruda presenta como antinutriente una sustancia inhibidora de la tripsina, responsable de la absorción y asimilación de aminoácidos y de la vitamina B12 creando malas digestiones y deficiencia en esta vitamina (cosa que no ocurre en fermentados o germinados).

Debido a la alta cantidad de isoflavonas de fito-estrógenos (genisteína, daidzeína, gliciteína) provoca similares efectos en el cuerpo que los estrógenos. In-vitro, la investigación ha demostrado que a pesar de que tiene una afinidad significativamente menor por los receptores que la de los estrógenos en sí, las isoflavonas todavía pueden activar los receptores de estrógeno y regular a la baja los receptores de andrógenos, hecho asociado con una menor concentración de esperma. Está asociada a un incremento de casos de cáncer de mama y de útero en mujeres.

La soja, como semilla, contiene una gran cantidad de antinutrientes, como las lectinas, por lo que su consumo más viable es hacerlo una vez que la semilla ha germinado o fermentado, proceso en el que se destruyen muchas lectinas. Al hacer tempeh, natto o miso, por ejemplo, se reduce en un 95% el contenido en lectinas.


 El tempeh. Soja fermentada.


Tiene una alta cantidad de Acido Fítico que interfiere la absorción de minerales como Calcio, Magnesio, Hierro, Zinc y Cobre, además de que el alto uso de pesticidas anulan la producción de minerales en los suelos convirtiéndolos en baldíos y pobres.

Otro de los riesgos asociados a la soja es el goitrógeno, que puede inhibir la absorción de yodo, hecho peligroso para personas con trastornos de tiroides. Países con alto consumo de soja, como Japón, deben tener una elevada ingesta de yodo, procedente de algas, para mitigar este riesgo. El interrumpir la producción de hormonas tiroideas puede acarrear unos bajos niveles de testosterona en los hombres.


 El natto.


Otro posible "problema hormonal" de la soja es un compuesto anti-androgénico llamado equol, que se forma en el intestino cuando las bacterias intestinales metabolizan isoflavonas. Esto sólo ocurre en el 30-50% de los hombres, debido al hecho de que no todos tienen las "correctas" bacterias intestinales para crear equol. Menos mal.

También hay que mencionar que la soja tienen unas proporciones de ácidos grasos bastante deplorables: de 20 gramos de grasa que se puede encontrar en 100 gramos de semillas de soja normales, más del 50% son acidos grasos poliinsaturados Omega 6 (PUFA), que crean prostaglandinas proinflamatorias, que están relacionadas con bajos índices de testosterona y DHT.


 El miso, típico de Japón

En múltiples estudios en humanos y animales, se ha demostrado que el alto consumo de soja, incluso si viene a través de un extracto de proteínas bajo en isoflavonas con fito-estrógenos, puede suprimir tanto la testosterona como la DHT.

Además, el control de la siembra de su semilla, está en manos de compañías como Monsanto, que la ha convertido en transgénica,
para permitir, como OGM, altas dosis de pesticidas, como el Roundup, cuyo componente, el glifosato, deja en el producto, aparte de su peligrosidad genética, al contener genes de otras especies, restos de arsénico, cadmio y mercurio, y de otros xenoestrógenos como los clorpirifos, que bloquean la producción de testosterona.

 La leche de soja


Por desgracia, actualmente se encuentra en casi todos los alimentos procesados, sustituyendo proteína animal, que roban al producto, por proteína de soja, más barata. Masivamente, es usada como aceite barato y de mala calidad en las frituras de todos los restaurantes de comida basura (McDonald's, Burger King, KFC,,) que añaden grasas trans y productos de glicación avanzada a todos los alimentos, quedando la soja en estado de supersaturada e hidrogenada.

 El yogur de soja. Soja hasta en la sopa.


Hay que rechazar todas las bebidas, yogures, tofu, mayonesas procesadas, salsas, sopas, suplementos de gimnasios, etc., que la incluyen masivamente y aprovechar el tirón y la oportunidad para cocinar con alimentos reales, de buena calidad y densidad nutricional... y en casa.

Los veganos y vegetarianos tendrán que pensárselo, si la usan como fuente de proteína. Si lo miran bien, se darán cuenta de que no es ningún chollo, y que tiene más inconvenientes que ventajas.


 Proteína de soja en la mayoría de los alimentos procesados. Al loro con todas las nuevas etiquetas. Cada vez menos proteína animal y más proteína de soja transgénica, hecho del que no informan en la etiqueta porque los lobistas han conseguido que esa información se suprima.




La propuesta: sustituir toda la soja por guisante, que tiene proteína de similar calidad, y no tiene las lectinas, los fitoestrógenos, el goitrógeno, el equol, los ácidos grasos poli-insaturados Omega 6, el punto de humo bajísimo (con lo que el aceite se quema rápido), los genes de OGM y el arsénico que tiene la soja. Uffff...
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